¿Por qué el calentamiento global también origina olas de frío?

Resumen del artículo de:

Cayetano Gutiérrez Pérez, Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Murcia.

Los negacionistas del cambio climático aprovechan cualquier resquicio para obviar toda manifestación. El anterior episodio de «Filomena» fue uno de ellos, pero una vez más intentamos argumentar su profunda equivocación.

La primera cuestión es la diferencia entre tiempo y clima, ya que induce a conclusiones falsas. Según Javier Martin Vide «Las intensas nevadas y el acentuado descenso de las temperaturas es un fenómeno puntual que se inscribe en la escala meteorológica, muy distinta a la climática»

El clima sería entonces, como una especie de película entera, mientras el tiempo meteorológico es apenas un fotograma de cada escena. Es decir, «es completamente compatible un temporal de frio y nieve con el hecho de que las temperaturas medias están subiendo en todo el planeta»

El calentamiento global es un fenómeno con efectos muy opuestos, por ejemplo en 2019 hubo reportes de Australia con 49º C mientras que en Chicago el mercurio marcaba -50ºC; además de su carácter transfronterizo y exponencial (no-lineal).

En el 2021 se vivieron en España 4 récords de frio y otros 10 de calor, con una oscilación de +50ºC entre Teruel y Sagunto, apenas 2 semanas según la estación de Roquetes en Tarragona.

Las fuentes de información meteorológicas (radares, satélites, mapas de isobaras, frentes nubosos, vientos, entre otros) permiten elaborar predicciones a 12, 24, 48 y 72 horas con margenes de acierto cada vez más fiables gracias a los superordenadores de información y análisis. Pero estas previsiones se vuelven más complejas en un entorno tan variable como el mediterráneo, donde es necesario datos más prolongados para generar cierta tendencia previsible.

Es por ellos que miles de informes locales y regionales, con modelos elaborados y contrastados por expertos y centros científicos en todo el mundo, y resumidos en los distintos informes del IPCC coinciden en señalar que los fenómenos extremos se están agravando, en frecuencia e intensidad, y no desautorizan el cambio climático global con consecuencias locales.